Madre mía Mnieves y lo dices así, con exclamación y todo. Debes ser una persona muy fuerte...
No, creo que no soy tan fuerte compañera, pero si no hago esto, con lo otro, con esto de mi padre, que ha sido todo demasiado rápido, un mes y algo, y bueno, con lágrimas en los ojos, me he asomado esta mañana por la venta de mi casa y se han venido muchos recuerdos a la mente, demasiados, así que me he encerrado aquí, prefiero leeros, y quizás como me ha pasado con faustus, se junta las lágrimas y la sonrisa, pero tengo que seguir, ¡ya! si lo dejo, me hundo y no lo vuelvo a pillar, por eso hago como los muñequitos de las pilas, sigo y sigo.
¡Eres una campeona! A por esa primera promoción de Grado en Derecho.