Lo del baile lo he dejado apartado, (por mi salud...) ahora solo minués...
¡Vale! A eso me apunto contigo, la verdad es que hacer el pino con un vestido rojo con unas piernas tan largas, no era seguro, jeje, ¡cómo me reí aquella madrugada! me cayó hasta el chaparrón de mi marido quejándose porque le desperté, ¡buen desahogo de nervios, si señor!

y no es coña, de veras, dio resultado, conseguimos relajarnos antes de los exámenes de septiembre.
