Mira, la primera carrera la hice en la presencial cuando tenía edad de estudiar, me explico, nada más terminar el instituto. Era otra historia.
Con los años, y sin haber dejado de estudiar, decidí hacer Derecho en la UNED creía que no tenía que ir a clase y que sólo era estudiar por mi cuenta (lo que había estado haciendo hasta entonces con las oposicióne, por ejemplo, estudiar por mi cuenta). El primer año, me pasó lo que al Recio (hos... terrible) me matriculé de todo primero y no sé si aprobé dos o tres, jaja. Y no tenía tiempo ni para respirar, encima. Bueno, pues ahora estoy en quinto, con más ganas de terminar que un loco, tengo el mismo tiempo que tenía antes, pero he aprendido a optimizarlo y aunque el curso pasado suspendí por primera vez, qué honor, le he cogido más ganas y por ejemplo el miedo que tenía antes a quedarme en blanco en un examen, lo he superado (porque fue lo que me pasó) y ahora aunque sea les escribo una receta de cocina o como se baila un vals, pero escribo, y eso sí, me presento a más asignaturas que en el primer curso.
Por eso, después de la charla, te digo que le des una oportunidad a la UNED. Los compañeros son una pasada, encima tienes la ventaja de que te puedes imaginar cómo es cada uno, jjj, hay un compañerismo que no he visto en la presencial, y aprendes mucho más, porque todo entra. Planteate que vas a un juicio, y llega la vista y no sabes ni de lo que va, no puedes decir: Mire usted, señor juez, es que eso no entraba en el examen de la presencial. En cambio con la UNED no tienes escapatoria y en el juicio, pese a que nos falte toda la experiencia del mundo, por lo menos sabemos de lo que va la historia. Todo tiene sus ventajas y sus incovenientes. Pero yo que tú reflexionaría.