No olvidemos que aún nos queda el futuro, nuestro cerebro, nuestra voluntad, y dos manos para cambiar nuestro destino. 

Eso no hay que olvidarlo nunca, aunque se tengan días bajos,

Yo comienzo ahora el turno de mañana, ¡ya no se aguanta la calor fuera! media jornada limpiando hierva, así que espero que aguante la espalda y las cervicales,

Elia, estás perdonada, yo tampoco entré a dar las buenas noches; hoy espero que no se me olvide, nos ponemos en marcha, hasta el descanso para almorzar y una buena siesta para luego pillar la hora de concentración, ¡qué bien se quedan las cosas en nuestra hora habitual!

Vamosssssssssssssssssssss, que este parcial se acaba,
