No sabéis qué hacer, no sabéis de qué acusar a los que critican legítimamente a un régimen que nos está arruinando, que está desintegrando España, que está coartando libertades en nombre de la democracia, que está empobreciendo a los españoles en nombre de la solidaridad, prevaricando en nombre de la justicia, etc.
Como todo eso es verdad, sólo os queda un cauce: criminalizar al oponente. Soviet o sotana, a ese absurdo pretendéis reducir el debate. (Sí o no, rancias heterodoxias moralistas).
Habladnos de los estragos que están causando vuestras acciones, habladnos de como en tiempos de crisis, ZP contrata a 666 asesores que no sirven más que para saquear nuestros bolsillos, habladnos de que lejos de reducir gastos, de bajarse el salario, se ha hecho todo lo contrario, con el correlativo incremento de la presión fiscal.
Pero sabéis tan bien como todo el mundo que nadie tocará a los banqueros del tardofranquismo, porque lo son también del felipismo, porque son buenos clientes del propio Garzón. Sabéis tan bien como todos que nadie tocará a Cebrián y Martín Villa, porque son los próceres mediáticos del felipismo, aunque antes uno lo fuera del franquismo y el otro fuera un comisario del Movimiento.
Y sabéis tan bien como todo el mundo que Garzón no podía iniciar esta causa y él, sabiéndolo, la inició.
Y sabéis que además es un robo para los contribuyentes, pese a todo lo aplaudís, porque os importa un carajo la dignidad de las personas, la legalidad o los problemas de los españoles, lo aplaudís, porque seguís la máxima leninista del cuanto peor para casi todos, mejor para vosotros. Lo aplaudís en fin, porque sólo queréis hacer ruido y con el ruido y la demagogia, ganar el voto de los idiotas. Eso es lo único que os importa: el voto de los idiotas.
Por eso habéis hecho la LOE y la LOGSE, para fabricar idiotas, porque cuanto más idiotas, mejor para vosotros.