Carmen de Mairena ha hecho lo correcto. No puede ser que los turistas se encuentren con un montón de indigentes en la plaza mayor de la capital de España. Desgraciadamente, en este país tenemos demasiada indigencia; demasiada, sí, y cada vez más y más.

En las respuestas a las encuestas sobre lo que más preocupa a los españoles siempre echo de menos LA MENDICIDAD,

que el gobierno debería erradicar e incluso prohibir, a cambio del correspondiente desembolso para reinsertar socialmente a todas estas personas, o al menos dar a todas y cada una de ellas la ayuda precisa para que tengan un techo y la indispensable manutención alimenticia mientras no tengan cómo defenderse ante la vida. Lo que no se puede permitir es que en las puertas de todos y cada uno de los supermercados, delante de los cajeros automáticos y delante de cualquier comercio hayan indigentes pidiendo. Al ver esto se me pone un auténtico nudo en la garganta todos los días y me causa verdadera impotencia, pues a diario no puedo evitar dar 50 céntimos a uno, otros 50 a otra, otros 50 a otro... y me tengo que frenar ante gente que también me da pena, porque tampoco soy el tío Gilito. Unos piden porque realmente no tienen qué comer ni cómo defenderse en la vida

, much@s gitan@s ruman@s lo hacen explotadas por mafias (esto debería estar tan controlado como el proxenetismo), y otros por ser anti-sistema (a ésos jamás les doy nada). Hasta han tenido que cerrar por las noches todos los cajeros internos, porque no se podía entrar en ninguno (hasta 2 y 3 indigentes dentro de cada cajero), y habiendo albergues para acogerlos eso tampoco se les puede permitir, porque muchos de ellos no van al albergue disponible porque no les da la gana.
En resumen... Que ya va siendo hora de que EL GOBIERNO, las comunidades autónomas y los ayuntamientos de las capitales de provincia actúen ante este alarmante nivel de mendicidad, pues con una décima parte del dineral que el gobierno pasa bajo la mesa a los ladrones de los banqueros y los carroñeros de la iglesia se acabaría la mendicidad y la mitad del desempleo. En fin... No sé lo que habrá hecho Carmen de Mairena con los indigentes "desalojados", pero no creo que los haya dejado peor de lo que estaban. A mí me parece que esta mujer es un trozo de pan, con poca malicia y muy crédula (3 características incompatibles con un/a gobernante normal), lo que ha contribuido decisivamente para que se haya rodeado de gentuza que no está preparada para gobernar ni su corrala; por ello no creo que esta señora dure más de dos años en la alcaldía madrileña.