La IP, es a grosso modo, una dirección o un indicador individual que permite a nuestro ordenador acceder a redes Wan de internet. Si la IP es fija, no hay pegas, la sabemos nosotros, pero normalmente sólo las tienen las empresas, pues tienen un coste mensual de aproximadamente 12 €. Si la IP es dinámica, nos la asigna un DHCP del ISP, que es un servidor que proporciona direcciones a los ordenadores de su red.
Ahora estamos con la iPv4, de 4 octectos, en cada octeto tiene un valor máximo de 255. Proximamente, ante la escasez de rango de direcciones se implementará la IPv6.
Aparte de eso, dependiendo del tipo de IP que nos asigne nuestro proveedor, será de una determinada clase, A, B, C,... y ellos, para dar servicios a los usuarios, claro está, hacen subnetting.
La IP es un identificador único de nuestro ordenador en el mundo mundial informático. Por esa IP se pueden detener a los pederastas y demás personajes deleznables de la red.
Los ISP (proveedores) están obligados a almacenar durante X tiempo las direcciones asignadas a los usuarios.
Y yo, en mi trabajo, en un caso real, he tenido que comunicar desde qué ordenador de la empresa se produjo determinada comunicación al exterior. Ese trabajador fue sancionado ipso facto.