bueno el caso, de verdad me cuesta mucho trabajo entender que la Iglesia se oponga al preservativo..... si si si, todo lo de ser castos, monogamos, morales y demás lo veo muy bien, pero que aconsejen a no utilizarlo es algo que no me entra en la mollera.
Yo, al contrario que de peage, soy ateo. Y un ateo bastante radical, pero lo de la goma es una cuestión de simples matemáticas. Veamos:
Uno y una se encaman. Les gusta. Repiten muchas veces, siempre el uno con la una, sin irse con otro ni con otra. Cojonudo. Todo dabuten. Ambos están sanísimos y se lo pasan pipa. Si quieren tener churumbeles, sin problema. Ni pastis ni ná. Si no quieren tener churumbeles, tampoco hay problema, puesto que existen medios de sobra para evitarlo. Todo va dabuten, dabuten guay, como diría Loquillo.
Otra escena: uno y una se encaman. Les gusta. Repiten muchas veces, pero tanto el uno como la una se encaman también con otra y otro, y esos con otros y otras. Alguno de la rueda no está tan sanísimo, con lo que existe riesgo. Direis... "pero usan la gomita". La gomita no es cien por cien eficaz. No lo es. Es bastante eficaz, pero no al cien por cien. Y cuando hablamos de ciertos riesgos, todo lo que no sea el cien por cien no es bastante, habida cuenta de la repetición constante de las acciones de riesgo. Como diría Asimov, en un Universo infinito, todo lo que es imaginable, acabará sucediendo. Es inevitable. Hasta que la entropía eche el telón.
Si añadimos que el hecho mismo de la existencia del preservativo (curioso nombre que pretende aportar tranquilidad) tranquiliza, y esa tranquilidad posibilita la multiplicación de los actos de riesgo, las posibilidades pasan a ser probabilidades.
intento ser lo mas políticamente correcta aunque me cuesta mucho trabajo por el odio férreo que le tengo a la iglesia y a todo tipo de religión, porque sinceramente, para mi cualquier tipo de fe, sea cristiana musulmana o la que sea, es algo que me saca de mis casillas
Eso es un error. Incluso si quieres perjudicarles, el odio te impedirá pensar con claridad y, por tanto, causarles un perjuicio más severo. No odies.