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" Es evidente que no hay trabajo para todos". Ésta frase indica una concepción del "trabajo" como "bien" concreto que se puede repartir.
No es así. Ni se puede repartir ni es un "bien".
Si nos referimos a "puestos de trabajo" como cosas repartibles seguimos con la confusión.
Vincular la reducción de jornada con el aumento del empleo, es decir, de los puestos de trabajo ocupados, es un atrevimiento. Cualquiera que conozca cómo funciona la empresa puede darse cuenta de ello.
Dado el nivel tecnológico existente en un momento dado, una reducción generalizada de la jornada de producción lleva inexorablemente a una menor producción o a una sobreexplotación. Si no hay una reducción equivalente de los costes laborales vía salarios, la empresa tendrá varias alternativas:
Incremento del precio de venta...¿ lo aceptará el mercado?.
Si mantiene el precio de venta, tal vez despedirá empleados para sostener sus ingresos vía reducción del coste de las plantillas con incremento de productividad, o...
Aceptará una reducción de su margen...¿Podrá?. No siempre. ¿Hay accionistas no gestores?. ¿Tenian suficiente margen antes de la reducción?. Puede que les interese más a los dueños cerrar la empresa y dedicarse a las inversiones financieras en lugar de a la economía productiva . Además, debe quedar asegurada la recuperación de la inversión vía amortizaciones a fin de garantizar la continuidad de la empresa...
Se podría generalizar la reducción de jornada con incremento del empleo para mantener la producción, en caso de Monopolio absoluto sobre un bien imprescindible. Pero en tal caso, el precio de venta lo pone el Monopolio en función de sus intereses particulares, no de los intereses sociales. Pero no podría aplicarse la reducción de jornada a todos los sectores porque éstos no tendrían la posición dominante del Monopolio sobre nivel de producción y sobre precios de venta. Ni los otros productos tienen porqué ser imprescindibles sino que pueder ser sustituibles...
Sí que hay un par sistemas económicos y políticos en los cuales es posible-teóricamente- una reducción general de jornada para ocupar a todo el mundo : el fascismo y el comunismo, sistemas de autoridad y planificación central.
En un ambiente de libertades, ese "algo habrá que hacer" tiene respuestas, pero todas son o de Economía Política, en el fondo, muy teóricas. En algún momento he sugerido echarle un vistazo a una gran idea : la función de Cobb-Douglas.(también está en internet)...
...O total libertad de contratación y despido para que el pleno empleo sea una derivada de un nivel óptimo de producción que responde a un nivel óptimo de demanda..(¿y la inflación?)...Tal cosa implica la presencia de ciclos tan naturales como dolorosos.
Al final, la economía es un subsistema social extremadamente interactivo. Toca una cosa y tendrás efectos inesperados...
¡ Claro que en Francia no se pusieron de acuerdo empresarios-patronal, sindicatos y gobierno sobre la jornada general de 35 horas !. Simplemente no es posible, en este momento histórico.