La obra pedagógica de Zapatero no está siendo todo lo benéfica que podría ser, pero hay una tarea para la cual está siendo muy eficaz: que no se sepa la verdad del 11-M.
Teniendo en cuenta que cumple bien la parte del manual, de la propaganda, de desacreditar a sus potenciales adversarios y que no se sepa la verdad del 11-M, podemos afirmar que desde el punto de vista maquiavélico, Zapatero ha sido un buen Presidente.
Bueno, no todo el mérito es de Zapatero: la Consti se lo puso al huevo y, los ideólogos del 11-M (los auténticos capos de este país, que guían a Zapatero en cada uno de sus pasos) han hecho el resto.
La obra pedagógica no tengo duda de que la va a perfeccionar en los próximos años y, que pronto logrará el objetivo de que aparezca el cisne negro.
En cuanto a desacreditar a sus adversarios, eso también lo tiene fácil.
Pero habrá algo que terminará por atragantársele a pesar de su titánico esfuerzo por ocultarla: la verdad del 11-M. Con lo otro quizá pueda, con eso, no.