Claro, hace falta cabeza. Por supuesto. Pero en un momento así, hace falta más que cabeza.
Hay mucha confusión en toda esta historia, pero por ejemplo a las dictaduras comunistas no las derribaron Reagan, ni Juan Pablo II, sino los mártires.
Pero el concepto de victoria y derrota, es muy relativo: ¿qué victoria hubo en la caída del Muro 28 años después, con la carnicería que hubo? Ninguna. La victoria habría sido que los regímenes totalitarios no hubieran llegado tan lejos, que se les hubiera parado los pies mucho antes de hacer la carnicería que hicieron.
La derrota fue tanta gente que calló, tanta gente que miró hacia otro lado, tanta gente que quiso creer que aquello era un paraíso, cuando era un infierno, tanta gente (como dijo Solzhenitsyn) que no gritó cuando se los llevaban a los mataderos humanos de Kolymà, tanta gente que lo justificó, etc.
Con tanta información y tantos datos, me termino refutando a mí mismo...
El hecho es que aquellos judíos de tiempos de Pilato, por mucho menos, reaccionaron dignamente a la primera y fueron eficaces.
Trágica cosa es que, los que tienen hoy virtud religiosa no tengan cabeza y viceversa.
Ahí sacan ventaja los islámicos y por eso nos avasallan...