En el claustro de los escribas y fariseos y los doctores de la iglesia discutían sobre la verdad, el amor, la caridad y otros conceptos morales y virtudes teologales mientras Jesús los miraba con rostro piadoso y humilde; pensaba qué sabrían aquéllos que lo condenaban de las profundidades del alma humana si sólo eran capaces de ver a un palmo de sus narices.
Desgraciadamente, no valieron para nada sus hechos, sus consejos, sus milagros durante tres años.
Sin embargo Jesús jamás condenó a nadie por lo que era: samaritano, meretriz, rico, político, extranjero, juez... Tampoco les dijo que cambiasen de vida, sólo que actuaran bien dentro de sus cometidos como personas. ¿Para quienes habló sin embargo en el sermón de la famosa montaña?
En este mundo de hoy, tan convulso, deberíamos detenernos un poco a veces y mirarnos al espejo y preguntarnos si verdaderamente actuamos por el bien de los demás o si simplemente por dar satisfacción a nuestros deseos de egoísmo, soberbia, vanidad...
Para la convivencia humana la política, la justicia, la educación, la salud, el respeto a TODOS, sean quenes fueren... La religión desgraciadamente no sirve para la convivencia, pues no todos estamos obligados a creer en las mismas cosas; pero sí estamos obligados a respetar las leyes que nos damos aunque en principio no nos gusten (son mejorables). Entiéndase que todos estos campos de convivencia y respeto deben ser con las más altas miras por el bien común. Jamás habrá nada perfecto, pero deberemos perseguirla. No se entiende que un jurista sea parcial en cuanto a pensamientos personales; este tipo de jurista no es justo. Saludos. 
Compañero, si dices algo, al menos que sea con certeza teológica o convicción profesional:
No es cierto que Jesús NO CONDENASE A ALGUIEN. Hay muchos casos en las Escrituras, que como es obvio no voy a comentar, pero pondré algunos ejemplos que desmienten tu teoría:
1º.--Maestro, esta mujer ha sido sorprendida en flagrante adulterio. La ley de Moisés nos manda apedrear a las adúlteras: tú, ¿qué dices?
Cuando los judíos pretendían apedrear a María Magdalena hizo la famosa frase de: "El que no tenga pecado, que tire la primera piedra". A continuación le preguntó a María M. que si alguien le había juzgado y le respondió que no. Jesús le dijo, tus pecados son perdonados, pero vete y no peques más. No le estaba diciendo, haz lo que quieras, que yo no me meto....
2º.-Jesús expulsa a los mercaderes del templo, porque estaban comerciando en la casa de Dios...
3º.-la claridad de Jesús frente a escribas y fariseos, a los que condena llamándoles hipócritas. “¡Ay de ustedes!... escribas y fariseos hipócritas”, (Mt 23, 13-22)
4º.-Mateo 5:32 El divorcio no por fornicación es pecado. Jesús habla del "repudio" cuando dice "no lo separe el hombre". ... De hecho, muchos ni siquiera creen que es pecado la separación (sólo que no se casen ...
5º.-¿Cuáles son los más grandes pecados para Jesús?
El primero de éstos es la hipocresía religiosa, especialmente cuando formas o apariencias religiosas se usan para cubrir otros tipo de intereses humanos (cf Mt 23), pero pisotean la justicia, la misericordia y la lealtad.
Otro pecado muy grave es el desprecio a su mensaje o a su invitación (cf. Lc 14, 15-24). Quienes oyeron su mensaje y no lo cumplen serán juzgados más severamente (cf Mt 10, 15; 21, 31).
El escándalo a los pequeños es de especial importancia (cf Mt 18, 6-7; Lc 17, 1-3).
El pecado de soberbia (cf. Lc 18, 9-14).
El pecado de ingratitud (cf. Lc 17, 11-19).
El pecado de apego a las cosas materiales (cf. Mt 19, 16-26)
Todos los pecados que se oponen al amor al prójimo son graves para Jesús: "Id, malditos, al fuego eterno, porque tuve hambre y no me disteis de comer..." (Mt 25, 41-46).
No sólo los pecados de acción son graves; también los de omisión. Bastará recordar la parábola de los talentos en la que uno de los siervos es condenado a las tinieblas exteriores sólo por no haber hecho fructificar su denario (cf Mt 25, 30).
No es que Jesús no condenara los pecados de idolatría, blasfemia o adulterio; pero como los doctores de la ley lo repetían a todas horas, Jesús quiso poner énfasis en otros pecados que no se tomaban en serio. Incluso pedía la pureza del corazón, de pensamiento y de deseo (cf. Mt 5, 27-29).
Ciertamente, sigo diciendo que aquellos que utilizáis la palabra de Jesús o de Dios Padre, para atacar directa o inderectamente a la Iglesia, comete una grave pecado, que es el pecado de sentirse libre de culpa, de ser limpios, cuando juzgáis y no estais limpios, porque nadie es bueno y todo el mundo es pecador salvo Dios Padre.
Por supuesto que Jesús condenó, pero condenó al pecado, que es lo que hace la Iglesia, condenar al pecado, pero amar al pecador. Por eso, cuando se condena la homosexualidad, se condena el pecado de la homosexualidad, pero no al homosexual, porque Dios quiere que salga de ese pecado y se convierta.
Un abrazo.