Nacionalismo, bilingüismo, teocracia e hipocresía.

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Con frecuencia, cuando se habla de teocracia, dictaduras, pequeñas tiranías, etc. Se suele omitir algo que a mí me parece fundamental.

Que es, la existencia hipócrita en la que tiene que vivir esa sociedad que padece ese yugo. Que no importa en este caso, si el yugo es mayor o menor.

En una teocracia, uno tiene que aparentar de cara al público que es un devoto. En el resto de casos, tiene que aparentar que es un adepto. Que sería, la versión secularizada del devoto. Y todo eso suele suceder, mientras las élites se pasan sus propios preceptos por el forro.

Pequeña hipocresía de la opresión y gran hipocresía del despotismo.

La primera es estar obigado a aparentar que eres lo que no eres y, la segunda, es no ser como tú desde la élite, impones a los demás que sean, permitirte tú, lo que les prohíbes a los demás y así sucesivamente.

Creo haberlo expuesto así, en general, de una forma suficientemente clara y breve, para que pueda apreciarse fácilmente la analogía.

Yo creo que, los defensores de tales regímenes, omiten hablar del asunto a mi juicio central de éstos: la hipocresía que se instala en la sociedad, mediante la imposición.

[pak1to]

hipocresía es nacionalismo, y cómo ejemplo pongo éste chascarrillo recibido vía mail desde mi querido Madriz... ahí radica la diferencia, unos se quieren aislar y otros prefieren masacrar en lugar de pasar de ellos... cómo éste hilo es un enigma, a ver quien es el masacrador y quien el pacífico loco (véase ironía en él, claro):

Esto que van un catalán, un vasco
y un andaluz por la meseta
castellana y se encuentran una lámpara mágica.

El catalán y el vasco la cogen, la frotan y sale un genio.
Este les dice:
Por haberme sacado de la lámpara os concedo un deseo a cada uno.
Le dicen los dos:
Queremos que nos construyas un muro de 2 kilómetros de alto y 100
kilómetros de largo, que nos dé la independencia de España y podamos
dirigir nuestros países sin influencia externa.

Y el genio hace "PUM" y lo construye. Tanto el catalán como el vasco se
encontraron muy felices.

 
Le dice el genio al andaluz: ¿Tu que vas a querer?
El andaluz se queda pensando un rato y le pregunta al genio:
Cusha genio. eze muro que le haz contruio ar catalán y al vasco, ¿e hermético?

 El genio:- Si, totalmente hermético.
 El andaluz:- ¿Eze muro no ze comunica con España por ninguna ranura? El
genio: No, está totalmente aislado.
 El andaluz: ¿Está también cerrao al mar, o podemos entrar en barco? El genio:
Totalmente cerrado al mar.
 El andaluz: Pooo. ziendo azin, mmmm. LLÉNALO DE AGUA.

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Y claro que en la Cataluña nacionalista hay una hipocresía instalada desde el poder político. La de arriba, es por ejemplo, que los políticos no llevan a sus hijos a colegios donde se impone el catalán, sino a otros de pago donde se elude la imposición que ellos han establecido.

Y luego está la infinidad de personas que, en sus trabajos, se ve obligada a utilizar el catalán bajo amenaza del garrote del derecho administrativo sancionador o del derecho disciplinario. Y eso es parecido a un régimen islámico, donde seas o no musulmán estás obligado a aparentar que lo eres, etc. Una hipocresía institucionalizada en la que, tal y como se ha podido comprobar, la libertad de todos es aplastada y tiene que ceder ante el lucro de unos pocos liberticidas que son los únicos beneficiarios de semejante tiranía.

Y lo mismo pasa con el poder y su nomenclatura, que practican por lucro y por xenofobia una política fracasada, siendo como son, perfectamente conscientes de su incongruencia. A nadie de los que la defienden se le escapa su incongruencia, lo que pasa es que son partes interesadas e incluso muy interesadas.