PARADOS VICIOSOS
No tenemos bastante con sufrir este drama que significa el estar parado, con todo el abanico de repercusiones que ello provoca, desde el ámbito personal y familiar hasta el social nos vemos coartados en nuestro desarrollo vital, abocándonos a la exclusión, a convertirnos en una nueva casta, esa a la que nadie quiere pertenecer pero que cada día va haciéndose más numerosa.
De vez en cuando se oyen declaraciones de expertos que ahondan más en este sentimiento de exclusión, el prestigioso economista Gay de Liébana, decía hace poco en una de sus conferencias que: “aquellos parados de más de cuarenta y cinco años no volverían a trabajar”, es una visión bastante negativa y apocalíptica para los que estamos, o vamos a estar en ese segmento de la población de parados.
En éstos días se encuentra en España el señor Gurria, secretario general de la OCDE.
Este señor de amplia biografia política tanto en su país, Mejico, como en instituciones internacionales, como ahora es el caso, está expidiendo recetas a los países enfermos de su ámbito de actuación. Entre sus recomendaciones se encuentran medidas como: volver a subir el IVA, abaratar aún más el despido, retrasar la edad de jubilación a más de los sesenta y siete años, reducir los tipos de contrato a uno sólo… Pero, en relación con la cuestión que se está abordando en este escrito, este buen señor comenta lo siguiente: “ante la opción que se le pueda plantear a un empresario empleador, de contratar a un trabajador que perdió su trabajo hace más de un año, y a otro que dejó de trabajar la pasada semana, evidentemente, elegiría a éste último porque tiene el hábito y la disciplina del trabajo, frente al primero que en todo ese tiempo de inactividad a saber que innumerables vicios habrá adquirido, entre los cuales puede estar el vicio de no trabajar”, (no es cita literal, pero sí aproximada).
Otro apellido más que añadir al nombre de Parado: Vago, Ocioso, Irresponsable, Jodido Comprador de tv de plasma y ahora Vicioso por no trabajar.