Id a llevarle flores si veis que tal...
No me alegro pero tampoco me apeno lo más mínimo, ni le deseo ninguna paz pues no la merece. Aquí el difunto mató a sangre fría a tres guardias civiles y abondonó a su secuestrado, Ortega Lara, después de más de 500 días de cautiverio para que muiera como un perro encerrado en un zulo de metro y medio cuadrado, que a nadie se le olvide.
La justicia se apiadó de él y gracias a ello ha podido disfrutar de sus dos últimos años en paz y rodeado de los suyos, un privilegio inmerecido en mi opinión. Él no tuvo ninguna piedad con sus víctimas, los familiares de éstas no pudieron despedirlas como sí lo han hecho los de este asesino y secuestrador despiadado. Demasiada paz ha tenido ya, ahora que se pudra en el infierno que es lo que se merece.