Faltaban mujeres. El superávit de testosterona dañaba la foto de Pablo Iglesias. Y el militante ignora en ese momento (12.24 horas) que el audio del streaming del mitin estaba abierto en la señal que lanza Youtube. “Justo detrás de Pablo sólo hay hombres, eso no puede ser. Tiene que haber hombres y mujeres”. Y se cambiaron de sillas. En unos minutos, el militante/organizador volvió a arengar a la hinchada Podemista. “Está perfecto”. Se alegró. Remató: “Una última cosa: los móviles en silencio. Nos va a salir un peazo de acto, ya veréis”.
Begoña Gutiérrez, número uno de Podemos en Sevilla, tomó la palabra en la misma mañana que Manuel Jabois hablaba en el programa de Onda Cero de Gemio. Gutiérrez quería zanjar la polémica. Habrá Semana Santa de Sevilla si gana Podemos. Porque va “con sus hijos” a ver los pasos. “Es una fiesta muy popular”, proclamó Gutiérrez, de escasa habilidad para la oratoria. “No soy política profesional ni vivo de ella”, insistió.
Y llegó la estrella… Bueno, la estrella es Pablo Iglesias, pero Teresa Rodríguez compitió con “el coletas” como el propio secretario general de Podemos se definió al acusar el supuesto veto de Canal Sur con intervención incluida de la presidenta de la Junta, según Iglesias. Rodríguez, gaditana que pasa frío entre semana en Bruselas, le tiene ganas a Susana Díaz. Más que ganas ha pasado al ataque sin haber ni siquiera empezado la carrera a las elecciones autonómicas, aunque ellos se declaran preparados para el combate…
La lideresa andaluza de Podemos gritó el “Sí se puede” y “A por ello, oé” antes de tildar a la jefa del Ejecutivo andaluz de “mandona” y “autoritaria”. “Se les llena la boca que son de izquierdas, pero es como una madre autoritaria que impide a sus peleles visitar los campamentos saharuis para no enfadar a Marruecos”. La frase no estaba diseñada para hacer amigos. Arremetía no sólo contra Díaz, sino con Diego Valderas e Izquierda Unida.
“Régimen”, “casta”, “cortijo”
“Régimen”. “Casta”, por supuesto. Y “cortijo”. Las tres expresiones las utilizó Podemos en su mitin sevillano. Fue Rodríguez la que fue más lejos. “[Los socialistas] nos han metido en una maraña de clientelismo, amiguismo, una burocracia hereditaria en una especie de aristocracia de carné”. Y la lideresa de Podemos volvió a arremeter contra Díaz. “Ella presume que es de la casta de los fontaneros, pero es presidenta precisamente por hacer fontanería en el PSOE, sin llaves y sin sopletes desde que era una chavala. Fontanería es lo que se le da bien a Susana, donde ejerce de madre mandona como si le sobrara tiempo. Y Griñán escondió sus vergüenzas detrás de un escaño en el Senado”.
La lideresa andaluza de Podemos gritó el “Sí se puede” y “A por ello, oé” antes de tildar a la jefa del Ejecutivo andaluz de “mandona” y “autoritaria”. “Se les llena la boca que son de izquierdas, pero es como una madre autoritaria que impide a sus peleles visitar los campamentos saharuis para no enfadar a Marruecos”. La frase no estaba diseñada para hacer amigos. Arremetía no sólo contra Díaz, sino con Diego Valderas e Izquierda Unida.
“Régimen”, “casta”, “cortijo”
“Régimen”. “Casta”, por supuesto. Y “cortijo”. Las tres expresiones las utilizó Podemos en su mitin sevillano. Fue Rodríguez la que fue más lejos. “[Los socialistas] nos han metido en una maraña de clientelismo, amiguismo, una burocracia hereditaria en una especie de aristocracia de carné”. Y la lideresa de Podemos volvió a arremeter contra Díaz. “Ella presume que es de la casta de los fontaneros, pero es presidenta precisamente por hacer fontanería en el PSOE, sin llaves y sin sopletes desde que era una chavala. Fontanería es lo que se le da bien a Susana, donde ejerce de madre mandona como si le sobrara tiempo. Y Griñán escondió sus vergüenzas detrás de un escaño en el Senado”.
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