¡ay gijones (o Don Pilío si lo prefiere)! que entrañable es usted, hace una labor encomiable en su lucha contra la masonería internacional y el comunismo ateo, que yo cada día me veo más indigno e incapaz de ponerle en cuestión alguna, vaya por delante toda mi solidaridad y admiración por usted, incansable heraldo de la moderación y del inmaculado extremo centro democrático, otrora ¿nacional-demócrata?
Aproveche éste último fin de semana que el lunes, yo sí que voy a levantar éste país, que no se llama país sino Reino de España, aunque usted y sus multinicks sean mucho más divertidos, sin ningún género de duda.