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LoginNinguno de los cinco candidatos obtuvo ayer mayoría absoluta. El 13 de mayo será la segunda vuelta. La definitiva. Dos «enemigos íntimos», Carlos Andradas y José Carrillo, se disputarán el Rectorado de la Universidad Complutense (UCM). Los dos son catedráticos de Matemáticas. Los dos han compartido equipo rectoral en tiempos de Carlos Berzosa. Se conocen bien. Los dos son de izquierdas. Gane quien gane el pulso definitivo, la UCM estará regida por esa misma ideología los próximos cuatro años.
«Esta vez es la última. No habrá tercera», confesaba Carlos Andradas a ABC. Y va camino de lograrlo con el 37% de los votos recaudados ayer. En 2011 también midió sus fuerzas con Carrillo. Se quedó en la cuneta y no pasó a la segunda vuelta. Ahora protagoniza un giro radical: sí pasa a la votación definitiva y, además, diez puntos por delante de su máximo rival, el actual rector, que ha cosechado 27% de los sufragios.
El tercer clasificado, pero que queda fuera de la pugna final, ha sido el candidato Federico Morán (22%), que dejó su cargo de secretario general de Universidades en el equipo del ministro Wert, para «volver a mi sitio natural, la Complutense», como manifestó a este periódico en la precampaña. A mucha distancia, los candidatos Rafael Calduch y Dámaso López.
La normalidad y el elevado índice de abstención estudiantil fueron la tónica de las votaciones. Como anécdota, al final de la mañana, de los casi 80.000 alumnos había votado menos del 5%. Sin embargo, del profesorado funcionario (que ostenta la mitad del voto ponderado), ya había acudido a las urnas más del 65%. Los equipos de los candidatos de Carrillo, Morán y Andradas daban por hecho, desde el principio, que ayer ninguno sacaría la mayoría suficiente para sentarse en el Rectorado y que habría que ir, como así ha sido, a la segunda vuelta, el 13 de mayo.
Carrillo y Andradas, que fueron compañeros de equipo y vicerrectores con Carlos Berzosa (el artífice de la deuda de 150millones que arrastra la UCM), confían en rebañar la mayoría de votos entre los electores sindicales y de izquierda, mucho más disciplinados que el sector conservador,especialmente del profesorado. Morán, que dejó el cargo de secretario general de Unversidades ha soportado la losa de haber impulsado las nuevas titulaciones universitarias –el 3+2– que tanta polémica ha creado en torno al ministro Wert. Sin embargo, al contar con el apoyo del voto conservador, ha tenido mucho público en Medicina y en Derecho básicamente. «Si hay sacamos buenos resultados hay motivos para la esperanza aunque tambien nos va a ir bien en otras facultades»,señalan , señalan desde su equipo.
Los candidatos Calduch y López también estaban confiados en un buen resultado, aunque se tenían tragado que el elevado índice de abstención les iba a perjudicar más a ellos que a los otros tres aspirantes.
Los estudiantes andaban un tanto escépticos por los campus de Moncloa y Somosaguas. A pesar de esa tranquilidad que impregnaba el ambiente electoral (solo algunas mesas de alumnos tardaron algo más de la cuenta en constituirse), el estudiantado no participa. ¿Motivo? Nacho, Teresa y Marcos nos lo confesaban. A las puertas de la Facultad de Químicas, comentan que los profesores «solo se acuerdan de nosotros cuando llegan las elecciones, por lo general». De hecho, Marcos iba a votar en blanco. «La mayoría de nosotros no está politizado y, por eso, no nos enteramos de muchas de las cosas que se cuecen en la Complutense. Mucha culpa es nuestra», reconocía Teresa.
