Aún recuerdo cierto programa de Intereconomía donde el presentador y un sacerdote católico consideraban que el cáncer de Zerolo, era un castigo a su desviación, y como el periodista de habas aseguró que en coherencia con su cristiandad no daría ni la vida de su perro por él...en fin...
Descanse en paz y que se siga defendiendo los derechos de todos los ciudadanos sin distinción.