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LoginSi en la película de Berlanga los jueves tocaba milagro, en el pueblo sevillano de Espartinas es ese mismo día cuando toca alcalde. Situado en la corona metropolitana de Sevilla, Espartinas ronda los 15.000 habitantes pero solo tiene alcalde un día a la semana y en horario laboral de mañana. Los jueves de 8 a 3, alcalde. Su alcalde es José María Fernández (Ciudadanos), que gobierna sin mayoría (6 concejales de 17) y además de tener que hacer frente a los muchos problemas de un pueblo que ha triplicado su población en apenas 15 años, se ve obligado a lidiar con una oposición abrumadoramente mayoritaria que no está dispuesta a ponérselo fácil en este municipio sevillano que es uno de los cuatro que gobierna –que intenta gobernar, en realidad– el partido de Albert Rivera. De momento, ni el alcalde ni su equipo de gobierno tendrán sueldo, lo cual les ha obligado a volver a su actividad profesional.
El predecesor de Fernández, Domingo Salado, del Partido Popular, tenía un sueldo de 54.767 euros, aunque en marzo de 2014 tuvo que bajárselo un 9 por ciento para adaptarse a los topes impuestos por la Ley de Racionalización y Sostenibilidad de la Administración Local para los municipios del tamaño Espartinas, de 14.484 habitantes, y que, como máximo, solo puede ser ahora de 50.000 euros brutos al año.
La falta de acuerdo obligaba este miércoles al equipo de gobierno a retirar del orden del día del pleno los puntos relativos a las retribuciones del alcalde y la liberación de los concejales, así como el punto relativo a la contratación del personal eventual.
Tal como explicaba el Consistorio en un comunicado, la carencia de retribución “ha obligado al alcalde y al resto de concejales a volver a sus vidas profesionales tras 50 días de trabajo en el Ayuntamiento“, por lo que la actividad del equipo de gobierno en las instalaciones del Ayuntamiento de Espartinas será solamente los jueves, de 8,00 a 15,00 horas.
En las últimas semanas, el alcalde y su equipo habían abierto una ronda de contactos con los grupos políticos que forman la corporación municipal para cerrar un acuerdo que permitiera desbloquear las liberaciones y retribuciones del alcalde y los concejales liberados. Según el equipo de gobierno, existía “un acuerdo prácticamente cerrado que, en el último momento no se pudo ratificar”.
Según Fernández, “al no recibir retribución alguna por nuestro trabajo al frente del Ayuntamiento tenemos que seguir desarrollando nuestras actividades profesionales para poder vivir. Confío –concluye el alcalde– en que esta situación sea sólo temporal y podamos volver a dedicarnos al cien por cien a trabajar por nuestros vecinos como lo hemos venido haciendo los pasados 50 días”, concluye el alcalde.
Ya en un pleno de mes de julio la oposición dejó ver sus intenciones al imponer PP y PSOE que nadie tendría sueldo, sino se asignarían 500 euros al mes a cada grupo municipal y un variable de otros 500 por concejal. Los socialistas se justifican diciendo que nunca estuvieron de acuerdo con los sueldos que cobraba el anterior equipo, aunque aseguran ser favorables a que el alcalde y su gobierno estén liberados y cobren un sueldo. De momento, sus hechos no acompañan a sus palabras.
Una de las primeras medidas aprobadas por el Ayuntamiento y por unanimidad también fue, por cierto, de carácter económico: la solicitud ante el Ministerio de Hacienda de una bajada de los valores catastrales en la localidad. También se dio luz verde a una proposición presentada por Izquierda Unida por el que se fija el gravamen del IBI en el 0,50 por ciento, y que será efectivo para el año 2016, y a la creación de una bolsa de trabajo que se gestionaría a través de una web donde “cualquier vecino podrá dejar su currículum para poder acceder a las distintas ofertas de empleo que se publicarán de forma periódica”.