Habló la voz de la coherencia .

¿Tú sí tenías hijos, no?
No te voy a decir, Macías, Pero en ese caso, si es que los tuviere, no permitiría mi persona que morasen en ningún lugar donde hombres de negro pudieran hacerles perder la virginidad antes de lo deseado. Ni tampoco con amantes de las cabras, que vicio tan feo, y que mal padre sería yo si tal cosa consintiese.
Para perder la virginidad, niños, no hace falta pasar por ningún altar, ni tampoco sacristía u otro sacrosanto lugar. Es más, si quisiereis conservarla, a varios cientos de esos debéis estar.