No puedes ver los enlaces.
Register or
Login«Tranquilos, no soy comunista». Con esta frase, entre ensaladilla rusa, dorada a la bilbaína y mousse de pasión, la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena, ha tratado de calmar a las autoridades internacionales, nacionales, locales, representantes de grandes multinacionales españolas y extranjeras y de entidades bancarias con las que se ha encontrado este martes en un almuerzo en el Casino de Madrid.
[Así te hemos contado en directo la primera intervención de la alcaldesa de Madrid, Manuela Carmena en el Foro-ABC Deloitte]
El foro ABC-Deloitte ha reunido a este elenco, ansioso por escuchar las líneas maestras para el futuro de Madrid de boca de la exmagistrada y exjuez, tras casi tres meses conduciendo el timón del Palacio de Cibeles. La contemplaban atentos. Entre los invitados se encontraban los directivos de aquellas empresas que están a la espera de la decisión de Ahora Madrid para que sus inversiones echen a rodar (Wanda, Distrito Castellana Norte) o los adjudicatarios de las contratas de limpieza (FCC, Ferrovial, Sacyr), por poner algunos ejemplos.
Su mejor modo para hablar de ella misma y calmar a los presentes al frente de la gestión municipal ha sido afirmar que no es comunista. Para ello se ha referido a una anécdota que le ocurrió en su comida, de carácter privado, con Esperanza Aguirre, también presente en la cita, donde la portavoz del PP en el Ayuntamiento le dijo: «¿Cómo es posible que usted sea comunista con lo inteligente que es?»; «efectivamente cuando estaba en la universidad milité en el PCE, pero yo soy una persona y mi manera de pensar es muy variada. Lo importante es que no nos totalicemos nosotros».
Carmena ha tratado de tender puentes con los grandes inversores: «No tengan miedo. Sabemos que necesitamos a las empresas. Son fundamentales, dan trabajo», ha manifestado. En esta línea, ha revelado que la inversión extranjera ha crecido con ella al frente del gobierno de la capital.
La alcaldesa ha subrayado que planea poner en marcha un debate público para analizar la gestión privada y pública en el Ayuntamiento para escoger el modelo más adecuado en determinados servicios. Además, ha detallado que ya ha puesto en marcha una «nueva cultura funcionarial» para que los empleados públicos sean «más dinámicos y más activos» y aprovechar así sus capacidades, hasta ahora centradas en controlar a las contratas.
Entre las novedades con las que contará Madrid en los próximos meses ha indicado que estudia implantar una red de coches eléctricos, siguiendo el modelo de «bicimad» para aquellas personas que necesiten el vehículo para moverse dentro de la ciudad; también contempla la negociación con el sector del taxi de «bonos» más económicos. Ambas medidas buscan reducir los niveles de contaminación.
También ha adelantado en el Foro ABC-Deloitte la apertura de una oficina en el propio Ayuntamiento, en CentroCentro, donde los ciudadanos podrán opinar sobre qué invertir en la capital.
