Pablo, me dice la niña que al final has decidido otro destino, que tenías ganas de una vida nueva y que marchas más lejos de lo que me dijiste.
Eso no me lo habías contado cabroncete...no se si en tu nuevo destino hay internet, seguro que si, seguro que de alguna forma vas a seguir dando la matraca con diálogos interminables como si te faltase tiempo para contar todas las cosas que sientes de esa manera tan natural que tienes tu de contar las cosas.
En tu último correo me decías que sólo querías vivir feliz y dejar que cada cual viva su vida sin más explicaciones y al final lo has conseguido, has hecho de tu vida una constante lucha de superación y nunca te has dejado hundir por comentarios y envidias.
Pero yo aún espero que me respondas a mi correo y me digas...niño que he llegado y todo está de puta madre....ya ves iluso que es uno.
Cuando te conocí nos caímos mal, éramos como la noche y el día, no podíamos estar más en desacuerdo en muchas cosas pero poco a poco entendimos que las ideas no eran obstáculo para ser amigos, tu seguirías yendo a misa y yo seguiría sin entenderlo pero aún así nos contaríamos con pelos y señales nuestros periplos personales, sin artificios, como desnudando el alma.
Todo el mundo sabe que no soy creyente, tu también lo sabías pero quizás tienes razón, las personas viven más allá cuando se las recuerda, cuando han aportado algo en tu vida y como me dijiste ayer, hacia adelante siempre.
La niña (mira que eres moñas Pablo) y yo nos quedamos aquí de momento, ahora descolocados pero afortunados de haberte conocido y si, se que estoy hablando en presente y que puede que resulte delirante pero es como nos gustaba charlar, sin artificios y sin tapujos.
Espero que donde estés tu alegría y tus ganas de ser feliz resuenen con fuerza y por mi parte gracias por haberme permitido conocerte aunque de forma incompleta. Nos veremos algún día en tu lado porque seguro que no pararás hasta que me permitan entrar de extranjis sin carnet de socio como hablábamos entre risas....Te dejo que sigas tu periplo y aunque sabes que no soy de besos, un beso amigo, donde quiera que estés.
En memoria de mi amigo Pablo.