Pon un aviso, una advertencia, antes de abrir el enlace...¡la virgen qué susto me he llevado! Es feo el hijo de la grandísima puta, el cabrón. Está mal hecho, por fuera y por dentro. Pero míralo al bastardo, con sus cuatro carreritas ná y menos. Se lo tienen que estar rifando en las fábricas de fertilizantes, como abono, una vez deje de respirar. Se podrá decir que hizo algo útil el mier.da este, aunque fuese después de vivo.
PD: Micciono y defeco en los ya fallecidos antepasados de este despojo e intento de ser humano, y en los de aquellos que les favorecieron. Y me sobran heces para repartir entre toda esa jauría proetarra del nido de aberchales que es la UPV.