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LoginEl PSOE quedaría en cuarto lugar y sería sobrepasado también por Podemos si las elecciones tuviesen lugar hoy. Esta es la principal conclusión de la encuesta DYM para El Confidencial cuyo trabajo de campo recoge en parte el efecto del papel de Pedro Sánchez en el debate a cuatro del lunes pasado, al haberse realizado entre el 27 de noviembre y el 9 de diciembre. El PP seguiría ganando las elecciones, pero baja su intención de voto al 26,7% con respecto a la encuesta DYM de hace 40 días, que le daba un 27%. Ciudadanos sube 2,9 puntos hasta el 23,2% y se queda a solo 3,5 puntos del PP; Podemos se aprovecha de la caída del PSOE y de convencer a indecisos llegando hasta el 19,1% (5,3 puntos más que en la anterior encuesta), lo que le coloca en tercera posición por delante de Sánchez, que cae hasta el 17% (18,2% hace 40 días). IU, por su parte, casi repite los mismos guarismos con un 6,3% (6,1% el 30 de octubre).
El sondeo, realizado los días anteriores al debate y el martes y miércoles posteriores a la cita televisiva, aprieta los resultados en torno a los dos primeros y, sobre todo, descuelga al PSOE en este último tramo de la campaña. Si el debate sirvió para algo, fue para que Sánchez perdiera apoyo y, sobre todo, para que el líder de Podemos, Pablo Iglesias, convenciera y atrajera a sus filas a buena parte de los indecisos que se sentaron ante el televisor el pasado lunes. No hay que olvidar que, según el sondeo, un 26% de los entrevistados no sabe aún a quién votará el 20-D.
Esta caída de los socialistas viene a recordar las enigmáticas palabras de ayer de Mariano Rajoy, cuando en un mitin y en tono misterioso afirmaba: "No me quiero meter en honduras, pero es más que probable que el 20-D haya una sorpresa". Según confirman fuentes de la campaña popular, los 'trackings' diarios que se realizan desde el partido estaban recogiendo el desplome del PSOE.
La semana negra de Pedro Sánchez
Las malas noticias se acumulan para Pedro Sánchez. Si la anterior encuesta DYM para El Confidencial anticipó el 'sorpasso' de Ciudadanos -una tendencia que luego fue confirmada por el resto de encuestas que han venido publicándose, como la del CIS, y que concedían a la formación naranja esa segunda posición-, la de hoy supone un nuevo golpe que confirma la impresión de que lo único que se había sacado en claro el pasado lunes fue quién había perdido el debate: Pedro Sánchez.
Y si Sánchez fue el perdedor, el ganador en las últimas jornadas -incluyendo el debate a cuatro con la vicepresidenta Sáenz de Santamaría- ha sido Pablo Iglesias. Su "remontada" -lema que está explotando Podemos en los últimos días-, basada en la moderación, logra réditos de la caída del PSOE (1,2 puntos) y de los indecisos, donde araña otros cuatro puntos. El resultado del debate, así como la tendencia repetida en las encuestas, parece haber calado en el electorado y ha convertido a Podemos en el voto últil de la izquierda, ya que IU apenas crece dos décimas de punto con el evidente desgaste del PSOE.
Todo este panorama pinta cada vez más negro para Sánchez si tenemos en cuenta que el último CIS mostraba un descalabro en Madrid (donde Sánchez ha purgado a los 'tomasistas' tanto en la comunidad como en el ayuntamiento) y que donde menos pierde el partido es en Andalucía, el feudo de su principal rival en el partido, la presidenta de la Junta, Susana Díaz.
Por su parte, la lucha por la primera posición se comprime, más por el avance de Ciudadanos que por una caída del PP, que pierde apenas tres décimas con respecto al 30 de octubre. La formación de Rivera -cuya actuación en el debate no fue calificada precisamente como brillante por los analistas- parece seguir subida en la cresta de la ola de la popularidad, y no solo no sufre desgaste alguno sino que suma otros 2,9 puntos a su intención de voto, quedándose a solo 3,5 puntos de la primera posición, que aún mantiene el PP.
Podemos y C's, por delante de PP y PSOE en intención directa de voto
En intención directa de voto, por primera vez, aparecen tanto Podemos (12,3%) como Ciudadanos (12%) por delante de los dos partidos tradicionales, PP (11,8%) y PSOE (9,6%). ¿Y de dónde se nutren estas fuerzas emergentes? Entre quienes dicen tener decidido su voto por Podemos, un 17,5% votó en 2011 al PSOE. Pero es que también un 10,3% de los que hoy tienen decidido votar a Ciudadanos dieron su voto en 2011 a Rubalcaba. Es decir, Sánchez sufre la sangría por su izquierda y por su derecha mientras que al PP solo le 'muerde' significativamente Ciudadanos: un 23,9% de los que tienen decidido votar a Rivera lo hizo en 2011 por Rajoy.
En resumen, la recta final de la campaña se presenta con un Rajoy a la defensiva; un Rivera al que solo un error parece poder descabalgar de la segunda posición; un Pablo Iglesias que, bajo el lema "la remontada", empieza a subir en las encuestas y supera al PSOE gracias a que los indecisos le identifican ya con el voto últil de la izquierda, y un Pedro Sánchez que se jugará su última bala en el cara a cara con Rajoy del próximo lunes para evitar una debacle que, de confirmarse lo que aventuran las encuestas, amenaza con no dejarle disfrutar no ya del turrón: ni siquiera del Gordo de la Lotería.
