Las experiencias vividas con severa resignación, la pena y la muerte de las que habrán sido testigos, el dolor en las entrañas y el corazón hundido, ahogado en el llanto de las profundidades del alma... La sensación de hallarse en el abismo, a la deriva, sin rumbo ni timón que conduce a la amarga resignación, a la insoportable sensación de vacío y frustración, cargando con el peso de la soledad y con la denominación de origen de "forastero y forajido", desprovisto de dignidad, el último atributo o reducto del ser humano antes de serle arrebatado y sentirse desnudo y humillado ante los ojos del mundo que observa impasible y frío la desgracia ajena, no es de extrañar, pues, que estas personas, presas de la tristeza, la frustración y el desencanto decidan quitarse la vida, una pena