Es cierto que los detractores de Podemos, al menos yo lo reconozco, a veces atacamos por atacar o por inercia. Pero no es menos cierto que los defensores o simpatizantes del partido a veces defendéis por defender, por inercia, defendéis lo indefendible.
Esto es muy sencillo, si aquí todo hijo de vecino, también los podemitas (salvo el que me hace malabares en el semáforo), tenemos que guardar las apariencias cuando asistimos a nuestros trabajos, reuniones, eventos de todo tipo, fiestas, etc, etc,... Por qué no van a poder cumplir con este protocolo los miembros de Podemos, de la CUP o del partido que sea.
Yo entiendo que Iglesias tuviera que hacer su paripé con el Rey, tenía que hacerle algún feo a la Monarquía y tal, pero no me defendáis que las indumentarias o el aspecto son insignificantes porque no es aceptable, no lo es, porque ni Iglesias ni nadie de su partido son más chulos que el repartidor de paquetería o que el cajero de un supermercado a los que si acuden a su trabajo con barba de dos días ya le están dando el toque. Yo me considero un comercial la hostia de bueno, pero no por ello cuando voy a enseñar una vivienda a unos posibles compradores me presento allí en chándal o con la ropa que me pongo para ir a tomar una cerveza con los colegas, y no lo hago por respeto a esas personas.
Ahora ya si lo que estamos diciendo es que vamos a acabar con todos los valores que hasta ahora han sido generalmente aceptados por la sociedad, pues qué queréis que os diga, yo NO estoy de acuerdo.