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LoginSigue trayendo mucha cola las pasadas Elecciones Generales del 20 de diciembre. Ha pasado un mes desde que los españoles fueran a votar nuevo Parlamento y, por tanto, nuevo Gobierno para España. Recordemos que el sistema político español es parlamentario bicameral y en elecciones por sufragio universal libre, igual, directo y secreto se eligen Diputados y Senadores que a su vez, llegado el momento, éstos votaran al presidente del ejecutivo. El término “parlamentario” especifica claramente cuál es nuestro sistema de gobierno, o lo que es lo mismo, cuál es nuestra fórmula de relación que existe entre los diversos órganos del Estado. El sistema parlamentario parte de la colaboración entre el Poder Legislativo y el Poder Ejecutivo, y en el establecimiento de elementos compensadores que equilibren los mecanismos de presión entre unos y otros. Así, mientras el Gobierno responde de su gestión política ante el Parlamento, el Parlamento puede ser disuelto por el Presidente del Gobierno antes del término de la legislatura. Sin embargo, a día de hoy, todavía no se sabe quién va a ser el próximo Presidente del Gobierno de la nación y que clase de Gobierno vamos a tener.
Una gran pregunta es ¿Quién debe ser el próximo Presidente del Gobierno de España? Pues dependiendo del ciudadano dirá uno u otro en función de su ideología política y de lo que haya votado. Y la otra gran pregunta sería… ¿Los españoles han votado cambio? Esta segunda pregunta sería más difícil de responder, teniendo en cuenta la variedad de partidos que conforman el arco parlamentario y que tienen programas electorales muy distintos entre ellos. Desde Comprensión Política ya se analizaron por categorías una serie de programas de partidos que se presentaban en todo el territorio nacional. Si tenemos en cuenta la Cámara Alta (Senado), a tenor de los resultados, los ciudadanos no han votado ningún cambio. El Partido Popular ha ganado por abrumadora mayoría con 124 escaños, sacándole mucho al segundo con mayor número de escaños que fue el Partido Socialista con 47 senadores.
En cambio, en la Cámara Baja que es la más importante al tratarse del Congreso, se ha producido un resultado difícil de cuadrar política y aritméticamente. Si tenemos en mente las provincias de España, más las Islas, más Ceuta y Melilla el resultado es muy favorable al PP predominando el color azul en la mayoría del mapa político. Si lo enfocamos desde el punto de vista del bipartidismo y la vieja política (o la “casta” como lo llaman dirigentes de Podemos) sigue predominando en la elección por los españoles y, por consiguiente, ese cambio aún no ha llegado. Analizándolo desde un prisma de izquierda progresista habría que tener en cuenta las peculiaridades de esos partidos. El PSOE como una referencia, sumándole Podemos que conforman cuatro partidos, que a su vez está integrado por una amalgama de asociaciones y plataformas con un total de 22 partidos que pocos ciudadanos saben ni siquiera que existen. Para rizar más el rizo, habría que añadir al partido de Alberto Garzón (Izquierda Unidad-Unidad Popular) que sumaría a 16 formaciones en sus siglas. Si juntamos todas estas siglas en un “cóctel político” se quedarían en 161 escaños, quedando un poco lejos de la mayoría absoluta. No habría que perder de vista al PNV, partido que da su apoyo al que más cosas le ofrezcan (si es que ya queda algo más por ofrecer salvo la independencia). Pero estamos hablando de un partido nacionalista de derechas y tradición católica. Y para finalizar quedan ERC y Democracia y Libertad, uno de izquierdas y el otro de derechas. Eso sí, los dos separatistas. Si realmente los españoles han elegido cambio, no se sabe bien en qué dirección va y a lo que nos lleva.