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LoginLa cafetería del Congreso ha estado últimamente en el punto de mira de las protestas ciudadanas. A mediados de 2013 la polémica saltó cuando se descubrió que un gin-tonic costaba a los diputados 3,45 euros y un café 85 céntimos. La Mesa del Congreso de por aquel entonces acababa de aprobar unos precios subvencionados y un ron de marca costaba 4 euros. Una vez en pleno foco de debate, Eurest, la empresa concesionaria, decidió subir el precio tanto de los gin-tonics como de las demás bebidas de alta graduación, que pasaron a costar algo más de seis euros.
Este «privilegio» del que disfrutan sus señorías fue muy comentado en las tertulias y platós televisivos, incrementando la ira de las formaciones emergentes contra el resto de partidos. Sin embargo, este lunes le ha llegado el turno de desayunar en la cafetería a Pablo Iglesias. Sorprendido, ha tuiteado que una barrita, un café y un refresco le ha costado 2,45 euros. «Más barato que en la facultad», ha compartido con sus seguidores.
El líder de Podemos no es la primera vez que polemiza con algo relacionado con el Congreso. En una de sus recientes visitas, cuando aún no era diputado electo, aprovechó la ocasión para enzarzarse con Celia Villalobos. La diputada del PP le dijo a Iglesias: «Puedo ser tu madre, bienvenido a la realidad». Y, tras reiterarle que hay que ser realistas le comentó: «Cuando estéis por aquí estaremos de acuerdo en muchas cosas».
De momento, en lo que están de acuerdo es en el uso de los servicios que ofrece la Cámara, y quizá se encuentren en el desayuno o a la hora de comer.
