No puedes ver los enlaces.
Register or
LoginFran Hervías tiene 32 años y recibió hace ocho meses un encargo muy específico de Albert Rivera: vigilar y apartar de las filas de Ciudadanos a aquellas personas que no respeten la carta ética o que se hayan acercado al partido para acceder a cargos públicos.
El buen resultado en las elecciones autonómicas de Andalucía provocó un huracán de nuevas afiliaciones a Ciudadanos, y en ese punto se incorporó el factor riesgo en una formación que se vio obligada a abordar su implantación en toda España desde su carácter regional.
Así se hizo necesario el puesto de Hervías, actual secretario de Organización de C's y que, según relata el diario El Mundo, se ganó pronto la confianza de Albert Rivera para una misión en la que se requería mucha mano izquierda. Su capacidad para solucionar problemas le ha brindado el sobrenombre de 'El Lobo', en homenaje al célebre personaje de Pulp Fiction interprestado por Harvey Keitel.
"Me lo pidió Albert y no me quejo. Sé que me genero muchos enemigos, pero alguien tiene que hacerlo", asegura.
Hervías lleva recorridos 50.000 kilómetros en los últimos ocho meses, inspeccionando el terreno en cada sede de Ciudadanos del país, identificando a las personas problemáticas e investigando cualquier falta que hayan podido cometer.
En este tiempo, el 'solucionador' de problemas de Ciudadanos ya ha expulsado a 57 personas con cargos en distintas delegaciones de la nueva formación nacional. Entre ellas, la concejal de Castilleja de la Cuesta, Carmen López, quien tuvo tiempo de provocar un sonoro escándalo pagando viajes personales a Chicago con dinero público, y que acabó en Gran Hermano explotando su relampagueante popularidad.
En el último mes, Hervías ha apartado al portavoz del partido en Leganés, por una cuestionada financiación de la campaña electoral, y a tres concejales de Jaén que se subieron el sueldo 10.000 euros.
"He tenido que apagar incendios prácticamente en toda España", explica en El Mundo.
No solo se han acercado a Ciudadanos personas con dudosas intenciones. También se ha tenido que vigilar a afiliados procedentes, en realidad, de PP y PSOE a modo de topos para seguir de cerca el funcionamiento del partido. Son los llamados "submarinos", a los que Hervías identifica fácilmente por su "torpeza".
