NO me respondes: ¿pueden los comunistas influir en la vida social y en la elaboración de normas según su ideario?. Es sencillo.
Si un partido político ostenta un gobierno es lógico que plasme en las leyes su ideario político, luego si, claro que puede influir, como hacen tooodos los partidos políticos desde siempre. No se porque te empeñas en comparar la influencia que pueda ejercer una determinada corriente política en la legislación con la influencia que nunca debe tener una determinada religión.
Bueno , si entiendo el porqué, tu equiparas la religión, más concretamente el catolicismo con cualquier idea política, pero ese es tu error. La religión nunca puede pretender tener la misma participación en la vida ciudadana más allá de la de sus fieles, y ni siquiera es que lo consiga porque os pasáis por la piedra lo que no os interesa.
Afortunadamente, la época en la que los católicos de este país determinaban el rumbo que debía tener el Estado ha terminado, os guste o no. La Iglesia Católica ha dejado de ser el asesor del gobierno de turno y su visión del mundo limitado y sometido a una ética filosófica medieval ha llegado a su fin.
Ya les pasó con toda su parafernalia apocalíptica sobre la ley de matrimonio homosexual, su profecía de que terminaría con la familia nuclear y santificada....resultado?..ni la familia tradicional ha desaparecido ni el apocalipsis ha llegado, simplemente se han reconocido derechos que antes se negaba a un colectivo de ciudadanos por el mero hecho de no ajustarse a los parámetros de unas creencias, y cuya influencia se plasmaba en el Cc hasta entonces.
Con la ley del aborto pasará lo mismo, mientras los católicos se manifiestan dándose golpes de pecho, escandalizados por tamaño pecado mortal, la sociedad sigue avanzando, y las mujeres dejan de ser instrumentos de procreación al servicio de unas creencias que las han relegado desde siempre a meras fábricas de niños sin derecho a nada más que a aceptar sin rechistar.
El día que los que se dicen creyentes, entiendan que la sociedad seguirá avanzando a pesar de que ellos se empecinen en volver a tiempos preconstitucionales podremos estar todos felices, unos rezando mientras putean a su prójimo hipócritamente, y otros viviendo en un mundo cada vez más liberado de mitología y sin razón.