Pero hay que pensar también que la supervivencia no está directamente relacionada con la calidad de vida.
Cuando los míos estaban en las incubadoras, había un niño que pesó 700 gramos, y lo hicieron vivir, claro, pero a costa de tener una vida penosa, con deficiencias y taras graves que no vienen al caso.
No todo está en "soltar" niños al mundo.