Según mi opinión en la UNED no hay criterio uniforme en este sentido. Unas veces es más sencillo el de la primera y otras el de la segunda. Además yo soy de los que pienso que no hay exámenes "fáciles" ni "difíciles", sino estudiantes que preparan bien los exámenes y estudiantes que van al examen a ver que pasa.
Yo la técnica que vengo utilizando, con muy buen resultado por cierto, es repartir los exámenes según las asignaturas de las que esté matriculado (nunca más de 7 por año) y trato de repartir 3 exámenes primera semana y otros 3 la segunda. Si entre las asignaturas las hay con exámenes de desarrollo o de preguntas cortas, en esos voy siempre la primera semana, ya que en el caso de los exámenes de desarrollo si puede ser que los de la primera semana suelen tener preguntas "menos rebuscadas", pero básicamente voy a esos la primera semana no por su más o menos facilidad sino porque siempre pillo una semana de vacaciones justo antes de la primera semana y preparo mejor los exámenes para ir esa primera semana. Dejo para la segunda semana los exámenes tipo test porque los preparo de forma diferente y es más sencillo afrontarlos estudiando sólo por las tardes.
Es mi método, pero no deja de ser un método más. Como decía en mi comentario, los exámenes de la primera semana no tienen porque ser más sencillos que los de la segunda, en la UNED cuando te confías con estas cosas, ZAS, aparece un examen como el de la primera semana de este año de Hacienda Pública y se cae el mito. Fue mucho más rebuscado el de la primera semana que el de la segunda. Yo fui la primera semana porque tuve que repartir y por la fecha me pillaba perfecto ir la primera semana no porque esperar que fuera a ser más sencillo. Lo llevaba súper bien preparado pero me topé con un examen imprevisto a todas luces en el 30% de las preguntas. Lo salvaré gracias a que acudí a todas las tutorías y dediqué muchas horas, sino, a septiembre tendría que ir.
Por eso al final cada año que pasa tengo más claro que en este santa casa no podemos dar nada por hecho. Sólo hay un truco, ESTUDIAR Y MUCHO. Lo demás son pamplinas. LA SUERTE SE ACABA, EL SABER NO.