Yo estoy de acuerdo con lo del sentido común. Por eso subrayo, sobre todo en los exámenes de desarrollo muy largos, en el de Procesal de la semana pasada, por ejemplo, escribí 6 caras de folio. No se cuántos alumnos tocaremos a cada profesor, pero estoy seguro que más de uno hará una lectura "diagonal" del examen y pondrá una nota aproximada según su impresión general (parece que está bien, un 7, si el alumno cree que merece más ya me reclamará y me lo leo entero), ante ese convencimiento prefiero facilitarles la tarea de localizar de un vistazo rápido los conceptos clave, para que por lo menos comprueben si están o no.
Soy consciente, por cierto, de que me la juego; por varias razones:
Una. Puede ser que al profesor no le gusten los subrayados porque los vea infantiles, como ha comentado una compañera (yo no lo veo así, incluso creo que es una buena práctica (he visto demandas de cierta enjundia que hacen un hábil uso de subrayados, negritas, cursivas, etc.), pero me consta que no lo piensa solo ella.
Dos. También puede ser que subraye lo que yo considero un concepto clave y en realidad sea una metedura de pata épica, en cuyo caso lo que hago es resaltar un error, que es lo contrario a lo que se pretende.