No , por Bafomet, en modo alguno; yo soy integrante de ese electorado y tengo un alto concepto de mis capacidades y aptitudes. Lo que sí es cierto es que parte del electorado no llega al nivel medio de desarrollo intelectual humano al igual que también lo es el hecho de que otros lo sobrepasamos con creces. Los hay que reconocen conceptos un poco por encima de la media de los primates superiores y los hay a los que hay que leer varias veces para siquiera alcanzar algún atisbo de la sabiduría que son capaces de mostrar a quien conocerla merezca. Altos y bajos, con bigote o sin él, trisómicos sin declarar o no, atetósicos brillantes o discinéticos aptos, en fin , que como en botica, en el electorado hay de todo. Eso es lo que yo doy por hecho, que hay de todo. Pero no es lo único que doy por hecho, sostengo además, en contra de la oficialidad proselitista gubernamental, que el elctorado es influenciable por los acontecimientos que les toca vivir o sobrevivir y es influenciable no sólo individualmente (como todos lo somos, aunque alguno se crea el paradigma de la independencia mediática, o esté seguro de que sus ideas son endógenas en su totalidad) sino también en su conjunto, que ya no es tan normal, pero son los tiempos. Y digo más, algunos (bastantes) no sólo son influenciables sino que se guian antes por percepciones (tan fáciles de inducir desde fuera) que por opiniones (tan difíciles de formar desde dentro). Pero no era este el tema, hablábamos de la posible permuta o sustitución en el cargo de candidato del PP. de la que yo soy ferviente partidario por motivos de imagen, esclavitudes mediáticas del siglo XXI, que se le va a hacer. Para ahondar más en el tema de la imagen daré otro ejemplo. De todo analista político es conocido que el PP tiene un techo electoral y el Psoe tiene un suelo electoral. Ese suelo es más o menos el resultado de las elecciones del 2000, bien es cierto que por un momento especialmente dulce del rival político; pero también por la imagen de su candidato, hoy dia Mr. Almunia (en pago de servicios). No es un hombre especialmente feo, incluso se afeitó su ministerial barba porque ya no eran tiempos de barbas, muy bien. Pero era también poseedor de múltiples y variados, en intensidad y localización, tics. Un problema. En condiciones normales eran controlables y se limitaban a parecer una media sonrisa. Pero entonces llegó El Informal e Inma del Moral y se acabó el control. En las distancias cortas con su entrevistadora el hombre perdía sus entrenadas inhibiciones y sus músculos bucinadores se contraían de forma incontrolada, agonistas y antagonistas a un tiempo; una pena. Pero aun había más, sus ojos no sabían si abrirse o cerrarse, y todo esto que pudiéramos ver, nadie está en condiciones de afirmar que no hubiera bastante más. Ojo, esto no es una crítica, no quiero pensar yo que sería de mi británica flema a 20 cm de tan arrogantes a la vez que armoniosos senos, independientemente que no fueran a estar a la altura de mis ojos como, para complicar más la situación, le ocurría al candidato. Pero yo no me presentaba a ninguna elección, él sí. Y que conste que políticamente creo que nustro actual Presidente nunca llegará a la mitad del Sr. Almunia (tampoco por que tuviera mucha, pero algo había). Eso fue un factor más, no hay duda, preguntad a vuestras madres, hijas, novias, mujeres, parejas , hermanas , primas, etc si se acuerdan, qué impresión les daba las desviaciones indiscretas de miradas del candidato simple y llanamente porque, el hombre de forma muy humana, no podía evitarlo. Tanto fue así, que el grupo PRISA pasó los siguientes años cargando contra las limitaciones de la muchacha, pobrecita, una pena, quizá algún día la saquen del congelador como ellos gustan decir. En resumidas cuentas, la imagen es muy importante, tanto que puede justificar el cambio de candidato cuando se ha elegido en primera instancia sin tener en cuanta ese factor.
Hasta pronto.