Yo suelo recordar lo que sueño (y sueño mucho) pero os voy a contar el que tuve la noche del domingo al lunes (día del examen de historia):
Una voz me decía "En el comentario de texto va a caer una observancia, una observancia..." y yo "Ah, vale, me lo repasaré", y la voz "Pero hay veces que uno se despierta y no recuerda los sueños. Tienes que concentrarte. ¿Te acordarás de las observancias?", y yo haciendo verdaderos esfuerzos, en plan "Si, si, las observancias aragonesas. Me voy a acordar ¡tengo que acordarme!"
Me levanté, me lo repasé y, como era de esperar, no cayó. A veces me pregunto si esto es sano para mi mente, ay.