Yo no he dicho que lo bueno sea que a los miembros y miembras del CGPJ los tengan que elegir "directamente" las asociaciones de jueces, fiscales, etc.
Pero sí digo que tampoco deberían ser las Cortes las que lo hicieran "directamente", sometiendo así, en cierto sentido el Gobierno de los Jueces a las mayorías políticas del momento. Y términos como soberanía popular y poder judicial cercanos en el papel me da algún que otro "respingo". La soberanía popular en la justicia si es directa da lugar a Tribunales populares y otras aberraciones (en mi opinión) y si es a través de los representantes, se politiza para servir al poder (Berlusconi tendría un subidón de "gustazo" sólo de pensarlo)
La reforma del 85 iba en la "socialista" dirección de que fuera el Parlamento quien designara estos integrantes; la "popular" a la que aludes (por cierto pactada con el PSOE, a diferencia de la anterior) matizaba ese poder de designación limitándolo a los candidatos y candidatas propuestos y propuestas por órganos corporativos (estupendo, a mi me parece menos peligroso que sean grupos corporativos los que intervengan que no que sea el poder (ejecutivo) como lider de la mayoría parlamentaria (legislativo) quien acabe nombrando y removiendo a quien ha de controlarle (juducial), todo lo que sea disminuir los controles al ejercicio del poder da un poco de miedo).
Como todo son opiniones y cualquier fórmula que se articule tendrá sus ventajas e inconvenientes; pero a mi siempre me parecerán peores o peligrosas los mecanismos que tengan como consecuencia (querida o no) un menor control del poder (sea el que sea).
Lo de la tan culta como hermosa Vicepresidenta y la presidenta TC fue una regañina que ésta última recibió de la ahorrativa en gastos de representación primera en público (no recuerdo que desfile era). La cabeza del TC que lo representa ante otras instituciones merece en todo momento (y más en público) otro trato en las formas. Pareciera, y esto, evidentemente es una interpretación, que la amante de la ropa del Carrefour Sra. Vicepresidenta de la Vega, tratara a tan alta institución del Estado con las formas y maneras con que se obsequia a los subordinados que han incumplido o faltado a la tarea no ya encomendada sino ordenada. También puede ser que entre ambas haya la suficiente intimidad y confianza para tratarse de determinadas formas por temas menores como dónde ir a cenar, la mejor cilindrada para un utilitario o la alineación del Aleti; en cuyo caso tal trato no desmerece a ninguna de ellas, aunque bien es cierto que en público las formas deberían ser, incluso en ese caso, otras.
Un saludo y hasta pronto.