Estudié y me licencié de otras 2 carreras en la presencial y evidentemente no hay color en cuanto contacto humano, vida social y esas cosas. Estudiaba menos, no había tanta materia y tenía más tiempo para juergas, pero los títulos, que al fin y al cabo es lo que importa cuando te matriculas en una universidad, los obtuve con menos notables y excelentes de los que hubiera deseado. Por eso cuando me dispuse a estudiar derecho me planteé muchas cosas y entre ellas si era el momento de apartar un poco la fiesta e ir en serio a por esas buenas notas que con un poco de esfuerzo y concentración están al alcance de todos. Estoy encantada en la UNED, organizandome bien tengo tiempo para estudiar, trabajar y disfrutar de la vida. Y en cuanto a la vida universitaria, pues también me siento afortunada porque en mi centro asociado he conocido gente super maja con la que he hecho buenas migas, no solo alumnos como yo, sino también profesores, buenos profesores, vamos, que yo me quedo donde estoy.
Aunque recuerdo con mucho cariño los años en la presencial y tampoco los cambiaría por nada.