Si aplicamos la doctrina del Tribunal Constitucional acerca de la constitucionalidad de las normas que establecen diferencias de trato en cuanto a la condena y medios preventivos a aplicar, dependiendo de quien sea el sujeto activo, podemos decir, sin temor a equivocarnos... que los chinos llevan razón en sus actividades preventivas, puesto que:
1) Las mujeres son más susceptibles que los hombres a padecer lo que se denomina cleptomanía, es decir, que son más mangantes en comercios, para que nos entendamos.
2) La mayor parte de las mujeres que "padecen" cleptomanía son "mamis".
3) Evidentemente, una "mami" armada con una herramienta idónea para esconder lo mangado, como un carrito de bebé (con multitud de recovecos, paños y zarandajas) es más peligrosa para los bienes necesitados de protección que una que no lleve tal carrito.
Así pues, aplicando el mismo rasero que ellas predican para otros, ajo y agua, o lo que es lo mismo: a joderse y aguantarse.
