PARA AV.
En efecto, mordió usted el anzuelo. Como puede suponer, omití en la reseña sobre Chardin su condición de sacerdote, para ver hasta qué punto quedaba en entredicho su proposición en orden a este extremo. Por supuesto, usted, dice que ya lo entiende. Pero yo, que entiendo lo que llevo entendiendo desde que comencé a interesarme por este debate (a saber, que hay dos posturas inconciliables que luego pasaré a exponer), lo que si voy comprendiendo es que hay una descalificación apriorística de todo cuanto venga, o parezca venir, de un determinado núcleo filosófico, al asimilarlo automáticamente a determinadas posiciones políticas (derecha). En concreto, ¿qué le hace a usted referirse a Chardin como "éste", en tono despectivo? ¿Está usted en desacuerdo con la idea de cosmogénesis? ¿Con la de noogénesis, quizá? ¿La noosfera de Chardin no es precisamente el medio a través del cual nos estamos comunicando usted y yo ahora? ¿Por qué hace referencia a la Compañía, si Chadin fue apartado de la misma por decir " una nueva religión está en curso", en referencia a que el cristianismo debe refundarse al hilo del avance científico? En definitiva: ¡por qué discute principios filosóficos con herramientas políticas!
La cuestión es que usted se dice << ¡ah...te pille, católico del demonio! >> (¿de verdad cree que me conoce?, ¿cree que sigo a Chardin?), y a mí me da pena que, siendo usted tan inteligente como lo es recaiga, porfíe, hasta la contumacia, en emitir juicios asertóticos con envoltura de apodícticos y, sobre todo, se empeñe en defender la postura que defiende.
Reciba un cordial y, por ahora, definitivo saludo.
PARA TODOS.
Es verdaderamente decepcionante que en un hilo que se abrió para discutir sobre la eutanasia en orden a exponer si el Derecho debía o no regularla como derecho, se hayan formado múltiples diálogos (esto es, conversaciones de dos), en los que ha entrado en juego únicamente la perspectiva política y la descalificación del contrario. Las referencias a la Iglesia Católica, que nada tiene que ver en todo esto, pues a nadie se le escapa cual es su opinión y el entero derecho que tiene a expresarla y, sobre todo, que NO FORMA PARTE DE ESTE DEBATE, parecen provenir de esas deficientes fábricas de las ideologías finiseculares, que han comenzado el siglo con un "pedo" intelectual fantástico. Creo, sinceramente, que la asignatura Filosofía del Derecho debería durar quince cursos lectivos, ó 5.000 créditos, para poder equilibrar en algo el peso que la política tiene en la opinión de los futuros/presentes juristas.
Cierro esta intervención, que será la última, diciendo que, a mi juicio, sólo son dos las posturas que cabe contemplar frente a la eutanasia, y que no opinan sobre ésta, sino sobre la concepción de la vida:
A) La vida tiene un carácter indisponible, en orden a su valor supremo. Esta postura contempla la vida como principio y condición de posibilidad de todos los demás derechos, de modo que todos ellos están supeditados al principal que la vida es. Es una posición que se adopta sin tener en consideración la propia conveniencia -lo más rentable personalmente- pues es muy posible que todos los que estamos escribiendo aquí, tanto los defensores como los detractores, nos veamos al final de nuestros días en situaciones que cualquiera quisiera evitar (acortando la vida, me refiero). Sin embargo, para quien contempla la "sacralidad" de un bien o valor -insisto en que esta palabra no tiene un sentido estrictamente religioso- no puede desmontarse ésta para adecuarse a las propias necesidades; hay por tanto una intención de renuncia en orden a proteger algo mayor que uno mismo. Para muchos esto significa "obligar" a quien no está de acuerdo con que el Estado regule el suicidio, a "conformarse" con que el suicidio no sea derecho. Pero en realidad supone establecer algún "punto" en el que romper la eterna cadena cerrada del relativismo (opiniones personales). Quizá debería haber sido ese "punto" el objeto de este debate, partiendo de la premisa que esta postura no está en contra de que la ciencia intervenga para eliminar el sufrimiento (analgesia) y para liberar el proceso natural de la muerte de toda injerencia artificial (ensañamiento terapéutico).
B) La vida tiene naturaleza disponible (lo cual significa dotarla de naturaleza de liberalidad), y carece de valor supremo o sagrado. En este caso la única protección que cabe de la vida es la que el Derecho otorgue, (ya que moralmente la protección de la vida no puede defenderse desde el relativismo), por lo cual, cada quien (partidos políticos) se peleará por que su concepción de vida y de su grado de protección se incardinen en el Derecho positivo. Así, habrá legisladores que consideren aceptable la eutanasia en casos de grave enfermedad; otros que consideren que la vida es disponible para quien esté pasando por un mal momento vital; otros que consideren que determinados seres no deben nacer (eugenesia), otros que la pobreza extrema es causa legal de suicidio, otros que la enfermedad mental, otros que... y así hasta el paroxismo (por no hablar de las infinitas posibilidades de fraude en orden a conseguir muertes ilícitas bajo apariencia de legalidad). Lo destacable a mi juicio de esta postura es que se adopta con aire y pompa de FILANTROPÍA, pero en el fondo no esconde otra cosa más que la preocupación por uno mismo. Así se explica que durante el debate se hayan repetido fórmulas del tipo: " a mí nadie me dice lo que tengo que hacer con mi vida", o "sobre mi vida decido yo" (cosa difícil de entender, pues nadie ha decidido vivir).
Como no quiero volver a escuchar los mismos argumentos en contra o a favor de una y de otra postura (ya estoy aburrido), sólo quiero decir que, o hay respeto y se llega a una postura ampliamente respetuosa con las posiciones contrarias, lo cual quiere decir que hay que ceder bastante de la propia posición, o por la vía de la imposición no se llega más que al enfrentamiento. Expresiones del tipo "no quiero que nadie decida por mí", o "no quiero que nadie me imponga su criterio" se pueden emplear en los dos sentidos y contra las dos opciones, ya que tan tirano puede ser quien protege sus creencias, como quien trata de imponer sus ideas.
Saludos y abrazos para todos.