Ya ves, Kitty, cómo va el mundo.
O sea que si en un momento dado yo soy juez (dudoso) y mi conciencia me dice (no lo hará) que el matrimonio de verdad de la buena entre católicos es el canónico, entonces yo digo, ah, pues no os caso, vamos, hasta allí podíamos llegar. ¡Hala, a la Iglesia!
En fin, para mí que esa juez ha confundido cuestiones jurisdiccionales (juzgar) con registrales (inscribir el matrimonio).