Yo todavía no he terminado, pero soy abogado "consorte", y aunque mi mujer no es de la UNED (estudió en Santiago), si ejerces por cuenta propia nadie te pregunta en que facultad has estudiado (ni que notas sacate, por cierto), el cliente valorará la confianza que le transmitas, y entre los compañeros hay gente estupenda y gente "nada estupenda".
Creo que el acceso al ejercicio por cuenta propia es muy duro y hay que valer (mano izquierda, sentido común, don de gentes, paciencia... y por supuesto conocimientos y ganas de trabajar), tener mucha paciencia y ahorros o ingresos adicionales, porque al principio se ingresa muy poquito.
Sobre el ejercicio en un despacho no te puedo hablar porque mi mujer empezó "a pelo" ella solita (y ya lleva más de diez años).