No Drop, no estamos hartos de un partido, sino del sistema.
No abrazamos utopías igualitarias, ni propósitos tiránicos, es el sistema una tiranía en sí mismo y, no es que el sistema sea una utopía, sino una quimera.
Pero vivimos en un mundo imaginario donde el sistema no sólo "se" funciona, que eso ya lo sabemos, sino que "nos" funciona.
Y por esa inversión de las cosas, lo imposible se transforma en cotidiano y lo real y posible, en utópico.