Es hora de que los zoquetes y totalitarios entiendan que no tienen nada que enseñarnos, ni mandan en nuestras vidas. Es hora de que a esos zoquetes y totalitarios que pretenden enseñarnos y mandar en nuestras vidas, los larguemos a patadas.
Y es hora de que entendamos los que hemos estado bajo el yugo totalitario, que el camino se llama Emilio Maza y libertad, que somos nosotros los que tenemos que dictar las normas, no ellos. Es hora de recuperar dinero, libertad y el bastón de mando.
Los liberticidas con nosotros, no tienen nada que hacer.
Vamos a ver, Palangana: no individualices los problemas que son de orden público.
Tú no has tenido un problema ante el Constitucional, ¿verdad? Pero reconocerás que, el hecho de que los jueces estén elegidos a dedo, crea un problema evidente de falta de Justicia y quiebra del Estado de derecho.
Por supuesto que ha habido problemas entre las gentes por los ataques de terrorismo lingüístico, es un problema de la plaza pública, de la polis. Es un problema político y no individual. Es una cuestión de que en la plaza pública, unos, por haber nacido en no sé dónde y hablar una lengua regional, se cree con más derechos a los que hablamos español. Entonces en Galicia el problema está en la plaza pública, una plaza pública de la que se han apropiado unos pocos. Es como cuando Gandhi no podía viajar en primera a pesar de tener dinero, por la raza. Entonces, no es tanto un problema de idiomas, como de plaza pública. Es como si las mujeres no pudieran votar o los negros, no pudieran meterse en las cafeterías.
La plaza pública debe ser de todos y, en Baleares, por ejemplo, el que las cartas institucionales se escriban sólo en catalán, supone dejar a los hispanohablantes, en tanto que sector significativo de la población, fuera de la plaza pública, una plaza que han pagado tanto como los catalanohablantes.
Me da exactamente igual no ser natural de Baleares, el tema es que las decisiones se toman por los catalanohablantes y para los catalanohablantes y yo quiero tomar decisiones, yo quiero que los sudamericanos e hispanos tomemos nuestras decisiones.
Y colectivamente, pues obviamente, si somos más, debemos dictar cómo son las cosas a la minoría, aun cuando la minoría sean los autóctonos o los catalanohablantes.
Por tanto se trata de dos cosas: derecho de organización y reglamentación sobre nuestra propia comunidad y, participación y, en su caso, derecho de organización y reglamentación sobre la comunidad en su conjunto, si, llegado el caso, somos más. Ésta es la faceta social de la democracia, decidir no sólo sobre el partido A o B, sino sobre el día a día, igual que en una comunidad de propietarios no sólo se elige Presidente, sino también de qué color pintamos la fachada.
Y éste problema, Palangana, que es de plaza pública, va mucho más allá de si tú, como turista, tuviste o no problemas.
Es muy fácil: o decidimos sobre la plaza pública o, la dividimos y creamos nuestras Baleares B, sólo en español, en contraposición a las Baleares A, sólo en catalán. Yo estoy dispuesto a meter un muro que diga: "de la mitad para acá, está usted bajo las leyes hispanas y, de la mitad de Baleares para allá, usted se rige por las leyes de los catalanohablantes." Si no, es muy fácil: la plaza pública o es de todos, o no es de nadie.