Por ejemplo en el Gobierno de Galicia y su plan eólico.
Analicemos el caso:
1. Se invierten 5.000 millones de euros. (Saqueando fiscalmente lo que no tenemos).
2. Se adjudica a empresas no especializadas en el sector, pero que me imagino que hablarían un castrapo del tres al caldeiro, que flipabas en colores con ello.
3. Recurrida la adjudicación, el Gobierno gallego no presenta el expediente.
4. Ante una chapuza así, los Tribunales o el Gobierno nuevo (a quien por cierto, el saliente no le pasa ninguna información, probablemente dejen sin efecto semejante plan.
¿Es fácil tirar 5.000 millones? Y fíjate que eso se da en una Comunidad no muy poblada.
Bueno, yo aquí no entro en si es PSOE o PP o JJ, pero voy a hacer una estimación devastadora para el grupo de "más dinero".
1. ¿Es corrupto el Gobierno de Galicia para eso y no lo es para otras cosas?
2. Si lo es para otras cosas, imagínate tú, cuatro chapuzas más como ésta, a una por año.
3. Por otra parte, si la ratio D/H (Despifarro dividido por el número de habitantes) es la misma que en Galicia en otras partes de España, sea PSOE, PP o JJ es para echarse a temblar. Es que no quiero ni pensar cuánto dinero se habrá tirado a la basura sumando tan sólo cinco de las otras quince comunidades, o cinco de dieciséis. Y no digamos ya, si una o dos comunidades corruptas, son Cataluña, Madrid o Andalucía.
Decididamente, mi dictamen es éste: lo que se hace con el dinero público, la prodigalidad, es un reflejo de los agujeros de la Constitución como Autonomías, Tribunal Constitucional, jueces digitales, etc. Entonces tantas malas prácticas de chalaneo, politización de la Justicia, mercados cautivos, delincuencia y crímenes gratuitos, impunidad de los próceres, pérdida de libertades o educación de pésima calidad, ha terminado llegando a la economía. Era imposible que con la Constitución estuviéramos tan mal en lo político institucional y tan bien en la economía. Si Institucionalmente se gestiona con los pies y con el culo, económicamente, lo mismo. Pues eso es lo que ha pasado. Estos son los enemigos de España, los que la están arruinando, prostituyendo sus instituciones, pervirtiendo la legalidad y triturando las libertades.