Estoy de acuerdo casi al completo con vosotros, pero como toda regla, tiene excepciones. Yo he sacado un 6 de Mercantil II este cuatrimestre estudiando muy poco, casi nada (una leída intensa a los apuntes y repasar unos test de otros años)... pero todo tiene un porqué, soy economista, y las leyes de consumidores y usuarios, condiciones generales de contratación y comercialización a distancia de servicios financieros, así como la normativa de seguros y banca y bolsa las utilizo, no con mucha frecuencia, pero sí de vez en cuando, por mi trabajo. Así que he estudiado poco, pero porque buena parte de la materia "ya me la sabía", ni soy Einstein ni he conseguido nunca que los apuntes me entren por ósmosis.
Muchos de los que aprueban estudiando poco, que seguro que los hay, o tienen mucha suerte (cosa que, como todo, "se gasta", así que no puedes ir tirando de suerte en todos los exámenes) o no dicen que sabían mucho por otros motivos de la materia de la que se examinaron. Uno puede tener un golpe de suerte en un examen, pero en el 99% de los casos (al menos) el aprobado está relacionado con una actividad llamada estudio, en cantidades casi ilimitadas.
Y respecto de aprender y no aprender, sinceramente, hay asignaturas que no me han interesado nada y que me he preparado tipo "loro", como bien habéis dicho, mientras que otras, que me gustan especialmente, las he preparado con mucho más esmero (y no siempre con el resultado esperado). Creo que en el fondo es bien lógico que pasemos de algunas asignaturas, no quiero deciros qué pienso de los Planes Urbanísticos (y la madre que los parió) porque están prohibidos los improperios en esta página.
Y al final, y por mucho que estudiemos (o esa es mi experiencia con los otros estudios que tengo), será la práctica lo que nos dará el verdadero conocimiento, el título que tenemos es simplemente (al menos para mí) un cimiento, no es una casa. Si hay algo que he aprendido con el tiempo es que NUNCA puedes dejar de "estudiar" (no siempre de forma reglada en una Universidad, pero en todo caso aprendiendo cosas nuevas). El que piensa que lo sabe todo de su trabajo está laboralmente muerto.