Voy a introducir una pequeña reflexión sobre el error judicial, que me acaba de venir ahora.
No puede ser un argumento contra la pena de muerte, por lo siguiente: el error judicial si es error, es un accidente. Si es prevaricación, entonces en este caso es asesinato.
Es injusto que haya muertes por accidente: eso no se puede evitar, sin embargo nadie duda de la utilidad del automóvil, de los cuchillos para cortar filetes, o del fuego para calentar los alimentos.
¿O hay alguien que hable de prohibir todo lo anterior por si hay accidentes o por si un automovilista con mala leche te atropella?
No señor, las herramientas anteriormente mencionadas tienen su utilidad y debemos asumir el riesgo.
Igualmente, con la pena de muerte, la utilidad es manifiesta: deshacernos de los terroristas. A la objeción de que puede haber accidentes, ese argumento no es válido por lo anterior. A la objeción de que puede haber prevaricaciones aisladas, respondo que de ser aisladas, no son más que un accidente entre 600.000 que obviamente nunca es deseable. Y a la objeción de que puede ser utilizada de forma corrupta por el poder, respondo que con una ciudadanía fuerte y preparada eso no pasa, mientras que con una ciudadanía aborregada, el poder puede matar para su conveniencia mediante métodos extrajudiciales, principalmente por la vía del terrorismo de Estado.
Hay que separar las cosas: si la finalidad es buena de por sí, hay que asumir el riesgo. Si se quieren evitar accidentes, de todas formas los habrá. Y si se quiere evitar el abuso de autoridad, con una ciudadanía adormecida esto sucederá de una manera u otra.