Cuidado con las invitaciones que el otro día me invitaron a entrar en un restaurante, me invitaron a pedir y luego intentaron cobrarme la cuenta.
Paso así:
- ¿le apetece entrar a comer?
- que amable, dije yo, -pues sí- conteste henchido de alegría ante tal invitación.
Una vez dentro el "maitre" con sonrisa amplia argumento
- le tomo nota ¿qué desea para comer?
-elegí de una carta que previamente me habían dado unos sabrosos bocados.
Cuando acabe de comer y me levante para fuera ir cual sería mi sorpresa cuando la cuenta vi
-sinvergüenzas, mal hablados fueron las razones que di.
Pero la cuenta tuve que pagar al fin.