Va a haber otra huelga de jueces el día 8 de octubre.
¿Motivos? Los de siempre: que no tienen ordenadores, que no tienen Internet, que cobran poco, que no tienen aire acondicionado, que no tienen ascensor, ni tele, ni sofá.
Son motivos de peso, no lo niego. Pero mucho más lamentable que sus condiciones de trabajo, es que no pidan ningún cambio en la forma de designación de los Altos Tribunales y del Consejo. Lo cual significa que no quieren una verdadera democracia, no quieren dignificar su función, sino que prefieren seguir siendo marionetas del poder, eso sí, a precio de oro.
Para este viaje, no hacían falta alforjas.