Que hay CC.AA. que frenan a España, que aprendan a andar solitas, que si viven es gracias a Cataluña...
Aisss, que me da, que me da...
Lo dicho, si ahora resultará que Cataluña ha sido la explotada y la que se ha sacrificado por España. Vamos, que si el Dictador Franco y otros gobernantes españoles anteriores no plagan de más industrias y más riqueza Cataluña con la patética (y salida por la culata) estrategia de hacerla una tierra rica para repoblarla de exteemeños y andaluces que por la vía demográfica solaparan la lengua y algunas costumbres catalanas...
Castilla fue la solidaria: que desde los comuneros no se ha vuelto a levantar, que dejó que llamaran a su lengua "español", que no se quejó cuando la trocearon, que no dijo ni mu cuando no se ha invertido ni un duro (ni un euro) en ella y cuando siendo el mayor Reino y Nación en toda esta historia medievalista que reclama Cataluña está olvidada de todos. No quiero la solidaridad de nadie que me dice siempre: oye que yo te ayudo, a cambio de todo lo que tú me has dado. Oye, que yo te ayudo a cambio de que me des más, oye, que yo te ayudo, pero a cambio de... Y al final tu me has dado infinitamente más a mí que yo a ti, pero joer, yo te ayudo, es que soy muy solidario y tú eres un pobre inútil, que por ti mismo tenías que ser más. Joer, me estoy cansando de ayudarte y eres un lastre para mí, y para ti mismo, pero, bueno, venga, yo te ayudaré un poquito, pero, claro, menos que antes.
Sí, es un buenísimo concepto de "solidaridad".
Estoy cansado de tener un grupo de moscas cojoneras a mi alrededor. Venga, vale, los castellanos somos inútiles, a ver si podemos andar con nuestros propios pies. Pero por favor, hacedlo ya, dejad que nos movamos solitos, o sea, idos.
Miremos todos hacia delante, como los catalanes, librémonos de nuestros propios lastres económicos, históricos, morales y de explotadores varios («nadie mejor que los empresarios entendemos el planteamiento reivindicativo de la Generalitat, y deseamos que tenga el mejor éxito posible», pero las empresas catalanas no tienen que «renunciar» a que «España sea nuestro espacio y extensión habitual» -Ricard Fornesa, Pte. de “La Caixa”-, eso España, de la que se habla como si fuera otro lugar que no incluye Cataluña, es sólo un mercado, la extensión habitual de los productos y servicios catalanes). Adelante, pueblos de Iberia, por fin estamos en el punto de no retorno. La vileza es tal que no puede tener marcha atrás. Yo soy hombre de la Villa de Madrid, ¿quién quiere vivir conmigo? Absténganse tiquismiquis y “remena-cireres” varios.
Saludos,
IUS